3 DE FEBRERO

EN EL CHACO

1865

La Capilla de la reducción de San Buenaventura del Monte, fue fundada el 12 de marzo de 1865 por los padres franciscanos del convento de Nuestra Señora de la Merced de Corrientes: Fray Antonio Rossi, Fray Agustín Bertacca y Fray Francisco Ristorto.

La reducción estuvo habitada por la tribu de los Vilelas, conducida por el Cacique Leoncito, colaborador, sostenedor y custodio de esta reducción. Se mantuvo hasta 1871, año en que debió ser abandonada por los misioneros por falta de apoyo oficial. Los colonizadores arribados desde 1878 a Resistencia, utilizaron esta capilla para celebrar los primeros oficios religiosos

 ESTATUA DEL CACIQUE LEONCITO

1876 

El canciller argentino Bernardo de Irigoyen y el canciller paraguayo Facundo Machain, suscriben sendos tratados de paz y límites entre ambos países. El Chaco Austral y el Chaco Central quedan bajo dominio argentino.

FUENTE: TISSERA, Ramón. "Calendario Histórico Chaqueño", Ed. Cultural Nordeste, 1977, Rcia.—RSG

 

NACIONAL

1539

Los indios timbués asaltaron el fuerte de Corpus Christi.

1813

COMBATE DE SAN LORENZO

El 3 de febrero de 1813, se llevó adelante una de las batallas más importantes de nuestra historia de la Independencia. Lucharon, por un lado, los independentistas rioplatenses y, por el otro, los realistas españoles. El entonces coronel José de San Martín fue quien dirigió la batalla, ayudado por su recientemente creado Regimiento de Granadero a Caballo. Fue una historia de coraje, libertad y heroísmo, de aquellas que vale la pena recordar para saber que hubo gente que lucho ferozmente por nuestra Patria.

La Batalla de San Lorenzo fue un enfrentamiento armado que se llevó adelante junto al convento de San Carlos Borromeo. Situado en la localidad de San Lorenzo. En él, las fuerzas independentistas sorprendieron y vencieron a las españolas de la Milicia urbana, quienes vía  fluvial aprovisionaban la ciudad de Montevideo (actual capital uruguaya). Tiene el privilegio de ser el único combate en territorio argentino que libraron tanto el Regimiento de Granaderos a Caballo como su creador, José de San Martín.

Las fuerzas independentistas llegaron el 2 de febrero cerca de Rosario. Tras cambiar los cansados caballos por unos frescos proporcionados por el comandante militar de Rosario, Celedonio Escalada, continuaron, al día siguiente, su recorrido hasta el Convento de San Carlos. Luego de negociar la situación con el superior de los frailes franciscanos del convento, fray Pedro GarcíaSan Martín ocultó a sus granaderos, de modo que la escuadrilla realista no pudiera divisarlos.

Los realistas desembarcaron y avanzaron hacia el convento, suponiendo que allí estaban depositados los principales bienes de la zona. Pero las tropas de San Martin los esperaban. Sorprendidos, fueron atacados por los granaderos a caballo. El ataque de las tropas se realizó con un movimiento de pinzas saliendo de la parte trasera del convento; una de ellas —la de la izquierda y la primera en moverse— estaba encabezada por José de San Martín; la otra estaba encabezada por el capitán oriental Justo Germán Bermúdez.  Bermúdez ejecutó un rodeo muy grande, forzando la escapatoria de los españoles hacia sus buques. 

El desembarco no se produjo enfrente del convento, como había previsto San Martín, sino en dirección al centro de la actual ciudad. Por ello, la columna de San Martín llegó antes de que la de Bermúdez completara el movimiento. Por un momento, los españoles lograron defenderse.

HEROICA DEFENSA

Una bala hirió el caballo de San Martín, que rodó y apretó una de las piernas del coronel, inmovilizándolo. Un enemigo iba a clavarle la bayoneta, cuando apareció el sargento correntino Juan Bautista Cabral, quien ayudó San Martín a liberarse de la opresión del lomo del caballo sobre su pierna, salvándole la vida a él y entregando la suya. Mientras agonizaba murió diciendo: Muero feliz, pues hemos batido al enemigo”.

La llegada del grupo de Bermúdez, impidiendo que los realistas se reorganizaran en cuadro, completó la victoria de San Martín, obligando a los realistas a huir apresuradamente.  

Esta batalla constituyó el bautismo de fuego del Regimiento de Granaderos a Caballo.

 


MARCHA DE SAN LORENZO
Febo asoma; ya sus rayos
iluminan el histórico convento
tras los muros, sordos ruidos
oír se dejan de corceles y de acero.

Son las huestes que prepara
San Martín para luchar en San Lorenzo
el clarín estridente sonó
y a la voz del gran jefe
a la carga ordenó.

Avanza el enemigo
a paso redoblado,
al viento desplegado
su rojo pabellón.

Y nuestros granaderos,
aliados de la gloria,
inscriben en la historia
su página mejor.

Cabral, soldado heroico,
cubriéndose de gloria,
cual precio a la victoria,
su vida rinde, haciéndose inmortal.

Y allí salvó su arrojo,
la libertad naciente
de medio continente.
¡Honor, honor al gran Cabral!