Un grupo de taxistas porteños, afectados por la crisis económica que había disminuido de manera alarmante el número de pasajeros, decide ofrecer viajes colectivos a lo largo de la calle Rivadavia. Fueron José García Alvarez, Rogelio Fernández, Pedro Etchegaray, Manuel Pazos, Felipe Quintana, Antonio González y Lorenzo Porte, que entretenían su ocio en un cafetín de Lacarra y Rivadavia, quienes decidieron (hay quién dice que asesorados por el anarquista Diego Abad de Santillán) ofrecer viajes colectivos a razón de 10 centavos por pasajeros hasta Flores y 20 centavos hasta Caballito. Sin embargo, algunos estudiosos aseguran que los viajes ofrecidos eran a Plaza Once por 10 centavos, y como el negocio fructificó se extendieron hasta Plaza de Mayo por 20 centavos. Como sea, el nuevo sistema pronto ganó el favor de los porteños y, a lo largo del siglo, fue reemplazando a los mucho más económicos y seguros tranvías y ómnibus de gran porte.