29 DE JULIO

Día de la Cultura Nacional. En 1982, un decreto presidencial instituyó que el 29 de julio se celebra el Día de la Cultura Nacional, en conmemoración de la muerte del escritor, político e historiador Ricardo Rojas.
El legado de Rojas va más allá de la literatura, aunque la incluye. En 1909, fue enviado por el gobierno a estudiar los sistemas educativos de Europa. El resultado fue el libro La Restauración Nacionalista, que es un informe del estado de la educación pública en algunos países de Europa, con recomendaciones sobre lo que se debía hacer en nuestro país. Así, Rojas se convirtió en un hombre clave para la historia de la educación argentina. Su campo de estudio también incluyó a los pueblos originarios. Revalorizó las lenguas amerindias y precolombinas. Además, entre otros títulos, es el autor de El santo de la espada, sobre la vida de José de San Martín, y una extensa obra poética y ensayística, que incluye los ocho tomos de su célebre Historia de la literatura argentina.
La casa de la calle Charcas 2837 fue el hogar de Rojas desde 1929 hasta su muerte en 1957. Luego, fue donada junto a todo su patrimonio al Estado por su viuda, Julieta Quinteros de Rojas, que cumplió con el deseo del escritor de donarla para museo y biblioteca.
Además de su arquitectura y jardín, el museo exhibe muebles, obras de arte, piezas arqueológicas, objetos personales y reliquias. La biblioteca, constituida por más de 25.000 volúmenes, es singular y rica en literaturas argentina, hispanoamericana y española. El archivo, por su parte, está compuesto por 100.000 documentos: la versión manuscrita de sus libros, pruebas de imprenta, obras inéditas, fotografías y un amplio epistolario que, en su conjunto, reflejan y testimonian la primera mitad del siglo XX.
 
Aniversario de Tratado de Paz Matorras – Paykin  de 1774. El 29 de julio de 1774, entre el Gobernador Matorras con la compañía de sus oficiales de guerra, los caciques mocovíes Paykin, Lachirikin, Coglocoikin, Alogoikin, Quiaagarí, los tobas Quiyquiyrí y Quetaido que representaban más de 7000 nativos, y con asistencia de su protector don Juan Antonio Casco, se firma el acuerdo que constaba de once artículos:
 

1) Que se les han de mantener, sin enajenar a otros, los fértiles campos en que se hallan establecidos, con sus ríos, aguadas y arboledas.
 
2) Que con ningún motivo ni pretexto han de ser tratados de los españoles con el ignominioso nombre de esclavos, ellos, sus hijos ni sucesores, ni al servir en esta clase, ni ser dados a encomiendas.
 
3) Que para ser instruidos en los misterios de nuestra Santa Fe Católica, la lengua española y sus hijos a leer y escribir, se les ha de dar curas doctrineros, lenguaraces y maestros.
 
4) Que la nueva reducción, nombrada Santa Rosa de Lima, establecida en las fronteras del Tucumán por el señor gobernador don Gerónimo Matorras, que tienen ocupada varios indios de su parcialidad, han de tener libre facultad para pasar a ella todos los que quieran ejecutarlo, proveyéndoles de crías de ganados mayores y menores, herramientas, y semillas para sus sementeras, como se ejecutó con los demás que están en ella.
 
5) Que si a más de la dicha reducción, pidieren otra, por no ser aquella suficiente para todos ellos, se les ha de dar en el paraje, que eligiere el Señor Gobernador.
 
6) Que además de los vestuarios con que se veía cubierta su desnudez, ganados, caballos, y demás baraterías con que habían sido obsequiados, esperaban que se continuase en adelante, hasta que ellos pudiesen adquirirlo con sus agencias.
 
7) Que por cuanto se hallaban en sangrientas guerras con el cacique Benavides, en la jurisdicción de Santiago del Estero y de la de Santa Fe de la gobernación de Buenos Aires, se había de interesar el Señor Gobernador, a fin de que por medio de unas paces fuesen desagraviados de los muchos perjuicios que habían recibido de dichos abipones, devolviéndoseles los caballos y yeguas que les tenían quitados.
 
8) Que debajo de los antecedentes siete capítulos, esperando que les serían guardados, se entregaban gustosos por vasallos del Católico Rey, Nuestro Señor de España y de las Indias; prometiendo observar sus leyes y mandatos, los de todos sus ministros, y, como más inmediatos, los de los gobernadores de Buenos Aires, Paraguay y Tucumán. Que igualmente esperaban que fuesen cumplidos todos los estatutos, leyes y ordenanzas establecidas a favor de los naturales de estos reinos.
 
9) Que siempre que tuviesen alguna queja o agravio de los españoles, o de los indios puestos en las reducciones, los representarían por medio de los respectivos protectores para ser atendidos en justicia, sin que puedan de otro modo hostilizar ni hacer guerra ofensiva ni defensiva.
 
10) Que será del cargo del Señor Gobernador interponer su ruego con Su Majestad, a fin de que sean recibidos bajo de su real patrocinio, recomendándolos también al excelentísima señor virrey de Lima, y real audiencia de la Plata.
 
11) Que sin embargo de habérseles negado por el Señor Gobernador armas de pistolas, lanzas y machetes que le habían pedido para defenderse de sus enemigos, quedaban ciertos de la promesa que les había hecho, de atender a su pretensión cuando hubiesen dado pruebas de su fiel vasallaje al Rey de España, con la buena amistad y buena correspondencia que profesarían con todos los españoles.
“Bajo de cuyas condiciones de que fueron impuestos por su Protector y Lenguaraces, y prometiéndose de parte en parte el más exacto cumplimiento de cuanto en ella se explicase hicieron y concluyeron estas paces entre el Sr. Gobernador y Caciques expresados a los cuales y con señal de la buena fe y creencia con que las admitían empezando por el dicho Paikín los abrazó a todos y a son de caja se repitió por tres veces en este paraje: Viva el Rey de España y de las Indias Carlos Tercero (que Dios guarde) y lo firmó Su Señoría, el dicho Protector en nombre de los Caciques y demás sujetos nominados, en estos Países del Gran Chaco Gualamba como doscientos ochenta leguas de la Ciudad de Salta, sesenta de la de Corrientes según prudencial regulación y estando puesto el Real acampamento a las márgenes del Rió Bermejo, a veinte y nueve de Julio de mil setecientos setenta y cuatro años de que doy fe. Gerónimo Matorras – Francisco Gavino Arias – Juan Antonio Caro – Maestro Domingo Argañaraz y Murguía – Fray Antonio Lapa – Blas Joaquín de Brisuela – Gerónimo Román Partene – Juan Dionisio Vera – Agustín López – Julio Ramón de César – Agustín López y Araoz – Ignacio de Andrada y Herrera – Alejo de Jáuregui – Francisco Tribiños. Ante mí. José Tomás Sánchez, Escribano mayor de Gobernación”. 
 
Día de los Valores Humanos. El 29 de julio de cada año se celebra el Día de los Valores Humanos que tiene como motivo regular la conducta, superación y dignificación moral y espiritual de cada persona, con esta idea se sanciono en el año 2003, en la Argentina la ley 25.787.
A través de esta regulación se dispone que este día se impartan en todos los establecimientos educativos del país clases alusivas, destinadas a exaltar el significado de los valores que dignifican y ennoblecen las relaciones humanas.
La sanción de esta ley surge a partir de que en la última dictadura militar, se practicó una violación masiva y sistemática de los derechos humanos fundamentales, a través del aparato organizado del poder, que actuó bajo la forma del terrorismo de estado.
El objetivo de esta ley es que lleve a los argentinos a reflexionar sobre aquellos principios y sobre el carácter moral que contribuyen a la autorrealización de las personas y de las sociedades, como así también a una valoración espiritual.
El concepto de valores humanos abarca todos aquellos bienes universales que vamos adquiriendo, asimilando y transmitiendo en nuestra vida y que nos motivan en nuestras decisiones cotidianas, ayudándonos a nuestra autorrealización y perfeccionamiento.
 
1836:     Se inaugura el Arco del Triunfo de París, Francia.
 
1856:     La República del Paraguay y la Confederación Argentina firman en Asunción un Tratado de Amistad Comercio y Navegación.
 
1890:     Muere el pintor postimpresionista Vincent Van Gogh. Había nacido en Holanda el 30 de marzo de 1853.
 
1904:     Nace en Buenos Aires el político argentino Ricardo Balbín. Miembro de la Unión Cívica Radical, fue líder de la oposición al general Juan Domingo Perón. Murió en La Plata el 9 de septiembre de 1981.
 
1949:     Se funda el Partido Peronista Femenino, cuya primera presidente fue Eva Perón.
 
1953:     Muere José María Cantilo. Fue diplomático y periodista. Fue enviado extraordinario y ministro plenipotenciario en el Paraguay, en Portugal y en Suiza. Fue también embajador extraordinario y Plenipotenciario en la República Oriental del Uruguay, embajador en Italia y, entre 1938 y 1940, fue ministro de Relaciones Exteriores y Culto. Había nacido en Buenos Aires el 23 de agosto de 1877.
 
1957:     Muere en Buenos Aires el doctor Ricardo Rojas. Poeta, político, orador. Fue el autor del libro El santo de la espada, dedicado a José de San Martín. Escribió también: El ocio lírico, La victoria del hombre, La sangre del Sol, Oda de las banderas, Argentinidad, Historia de la literatura argentina, El profeta de la Pampa, y El Radicalismo de mañana. Había nacido en Tucumán el 16 de septiembre de 1882.
 
1963:     Aparece en Buenos Aires el vespertino Crónica, fundado por Héctor Ricardo García.
 
1966:     Durante el gobierno de facto del general Juan Carlos Onganía, la policía reprime a estudiantes y profesores de la Universidad de Buenos Aires en lo que se conoce como “la noche de los bastones largos”.
 
1986:     Los presidentes de la Argentina y del Brasil, Raúl Alfonsín y José Sarney, firman en Buenos Aires el Acta para la Integración Argentino-Brasileña en la que se establecía El Programa de Integración y Cooperación Económica, base para la futura creación del Mercado Común del Sur.
 
2000:     Muere en Buenos Aires René G. Favaloro. Médico cirujano, fue el primero en realizar una cirugía de revascularización miocárdica, también llamada bypass. Había nacido en La Plata el 14 de julio de 1923.