3 DE FEBRERO DE 1813. DÍA CONMEMORATIVO DE LA BATALLA DE SAN LORENZO

En la formación del Estado argentino hubo hechos históricos considerados como los grandes hitos que decididamente forjaron nuestra integridad y soberanía, legándonos  identidad como Nación. 
Muchos historiadores sostienen que San Lorenzo fue el inicio del proceso de liberación de la América del Sur, que se completara luego con la obra de Simón Bolívar. por ello, la importancia estratégica de esta batalla. 
Los historiadores todavía discuten si fue un combate, una batalla o una simple “escaramuza”.

Antecedentes:
En el marco de las operaciones en la Banda Oriental. El sitio de Montevideo resultaba poco efectivo, dado que los realistas dominaban el Plata y sus afluentes. Buques españoles efectuaban desembarcos para apoderarse de recursos, especialmente ganado, en las poblaciones ribereñas. En enero de 1813, una flotilla realista pretendía forzar el paso en Punta Gorda (Diamante) e impedir la navegación hacia Paraguay.

Misión
El gobierno encomendó a San Martín la protección de la margen del Paraná entre Zárate y Santa Fe a fin de, si no impedir tales incursiones de los realistas, por lo menos escarmentarlos, restringiendo su libertad de acción.

Movimientos previos
Al frente de 125 ganaderos a caballo partió del cuartel de Retiro el 28 de enero. Siguió paralelamente a la flotilla realista que remontaba el Paraná. Retrasado en dos jornadas respecto a ésta, San Martín supo: que la misma había fondeado el día 31 frente a San Lorenzo y efectuado un desembarco; que realizaría otro para buscar caudales que los realistas suponían ocultos en el monasterio y que la fuerza enemiga no pasaba de 350 hombres. Entonces aceleró la marcha y en la noche del 2 al 3 llegó al monasterio donde se le incorporaron 50 hombres a órdenes de Celedonio Escalada. Allí las tropas se ocultaron, evitando cualquier ruido que pudiera delatar su presencia.

La acción
Con las primeras luces del día 3 desembarcaron los realistas, unos 250 hombres con 2 cañones al mando del comandante Zabala, y avanzaron hacia el monasterio, situado a poco más de 300 metros de alta barranca del río. San Martín recomendó no disparar tiro alguno, tomó personalmente el mando del premier escuadrón y dio el del segundo al capitán Bermúdez. Saliendo por los costados del monasterio, izquierdo y derecho respectivamente, se lanzaron a la carga, sorprendiendo al enemigo. Muy pronto los realistas desconcertados y en confusión retrocedieron hasta la barranca donde intentaron formar cuadro, pero en seguida se replegaron precipitadamente hacia la playa, al pie de aquélla, pudendo embarcarse protegidos por la misma y por el fuego de los buques. En su huida cayeron desde la barranca.

Pérdidas
Realistas: 40 muertos y 14 heridos y prisioneros. Patriotas: 6 muertos y 22 heridos.

Consecuencias
La victoria patriota de San Lorenzo, libro a las costas del Paraná de las incursiones enemigas. Dejando a los realistas de Montevideo en muy precaria situación en lo que respecta al abastecimiento de víveres para la sitiada ciudad.

 
Anexo
La columna de San Martín estaba compuesta a su vez por un poco más de 100 infantes del Regimiento 2 y dos cañones, los cuales al ver que demoraban la marcha los terminó dejándo en una de las postas cercanas a San Lorenzo al enterarse de la acción del día 2 por parte de Celedonio Escalada y sus paisanos y sabiendo que el combate debía ser librado sólo por su Regimiento para fundar su prestigio. Esto último más que nada, porque desde su llegada San Martín era visto desde algunos sectores como un espía español, al conocer los cargos que ocupó en el Ejército Real. Las pérdidas totales de los granaderos alcanzaron los 16 muertos, algunos de ellos fallecidos en el Hospital de Sangre formado en una de los salones del convento días después de la acción. Entre los fallecidos días después se contaron a: Granadero Juan Bautista Cabral y el Capitán Justo Germán Bermúdez de Montevideo, ambos recomendados al Gobierno para librar pensiones a nombre de sus respectivas familias. A su vez el Teniente Manuel Díaz Velez fallecería 2 meses después a resultas de las heridas sufridas en el combate. La duración total fue de 15 minutos y entre los granaderos caídos se contaron a un chileno, un francés, un inglés y un nacido en la Banda Oriental. El resto, todos naturales del actual territorio nacional (Córdoba, San Luis, La Rioja, Corrientes).