5 DE NOVIEMBRE DE 1938. NACE MARINA VILTE‏

Marina Vilte nació en San Salvador de Jujuy el 5 de noviembre de 1938 y en 1956 se recibió de Maestra Normal Nacional.

Conocedora profunda de la realidad educativa de su provincia, empezó a transitar el compromiso intenso con su propio ser docente y con la comunidad a la que pertenecía.

Anduvo por Purmamarca y los pueblos levantados en los cerros de colores, fue coplera en los carnavales de la Quebrada pero también leyó la “Pedagogía del Oprimido” de Paulo Freire que marcó a fuego la generación de maestros/as de los 60 y los 70. Al mismo tiempo se fue fogueando en las luchas sindicales y ocupó el cargo de Secretaria en la Asociación de Educadores Provinciales.

Corrían por entonces aires de cambio social, de cuestionamiento a las viejas estructuras que habían puesto a la población más desvalida, en situación de atraso y miseria.

Después llegaron los 70 y la proliferación de los grupos y organizaciones que planteaban la necesidad de luchar contra la pobreza, por una mejor distribución de la riqueza y por la liberación del imperialismo yanqui.

Marina es una militante sindical con sello propio: la contracara del burócrata sindical, defensora honesta del trabajo y el estudio. Por tres períodos consecutivos fue electa autoridad de ADEP (Asociación de Educadores Provinciales).

Marina Vilte estuvo presente aquél 12 de septiembre de 1973 cuando nace la CTERA (Confederación de Trabajadores de la Educación de la República Argentina) de dónde fue Secretaria Adjunta.

Pero en 1974 después que el Ministerio de Trabajo restituye la personería jurídica a la UDA (Unión de Docentes Argentinos) y la considera la única entidad sindical legalmente reconocida, la situación entra en un alto grado de conflictividad y a partir de ese momento nada sería fácil.

El mismo 24 de marzo de 1976, día en que se produce el Golpe de Estado, Marina cae presa por primera vez. Y es en esa madrugada que Isauro Arancibia, Secretario Adjunto de CTERA, es acribillado a balazos junto a su hermano Arturo, en la sede de ATEP (Asociación Tucumana de Educadores Provinciales). Marina es liberada después de un mes y, fiel a sus convicciones, retoma su lugar en ADEP.

Será al final de ese mismo año, el 31 de diciembre a las cinco de la mañana, cuando es arrebatada de su casa y llevada para siempre con rumbo desconocido.