11 DE AGOSTO DE 2003. EL GOBIERNO NACIONAL ADHIERE A LA IMPRESCRIPTIBILIDAD DE LOS CRÍMENES DE GUERRA‏

El presidente Néstor Kirchner firmó dos decretos llamados a dejar una fuerte marca en la lucha contra los crímenes del pasado e instruyó al canciller Rafael Bielsa para hacer efectiva la adhesión argentina a la Convención sobre la imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los crímenes de lesa humanidad. También envió al Congreso un proyecto de ley para otorgarle rango constitucional al Tratado. La medida fue un fuerte gesto político también hacia la Corte Suprema de Justicia y para las cámaras parlamentarias, que debaten sobre la nulidad o la inconstitucionalidad de las leyes de Punto Final y Obediencia Debida.