Pocos días después del golpe militar, por iniciativa de la FOPA (Federación Obrera Poligráfica argentina) en la que coexistían socialistas, comunistas y sindicalistas, que convocó a hacer "todos los esfuerzos para unir en un solo organismo nacional a todos los explotados por el régimen burgués y capitalista en la región argentina", la socialista Confederación Obrera Argentina (COA) y la sindicalista Unión Sindical Argentina aceptan fusionarse, mientras la anarquista Federación Obrera Regional Argentina (FORA) rechaza la unidad. La constitución formal de la nueva entidad demorará 6 años, hasta el congreso constituyente celebrado en Buenos Aires entre el 31 de marzo y el 2 de abril de 1936. Hasta entonces, la CGT actuará mediante mecanismos de articulación y coordinación sindical.