las dictaduras más crueles y sangrientas de
Latinoamérica. A partir de 1983, se vive el retorno a la
vida democrática que va rearmándose a tientas entre la
incertidumbre y la convicción de no sería una tarea
sencilla. Es por ello, que el gobierno de Alfonsín fue
haciendo concesiones a los sectores que estuvieron
ligados al gobierno de facto y que aún mantenían una
cuota importante de poder.