
mítico editor y matemático Boris Spivacow.
Desde el depósito, que la editorial alquilaba en la calle Agüero, la actual Crisólogo Larralde y O ́Higgins, salieron 24 toneladas de libros que trasladaron en camiones hasta el baldío ubicado en la
calle Ferré entre Agüero y Lucena.
Apenas a cinco cuadras, allí, en el baldío, se procedió a la quema. El expediente judicial habla de un
millón y medio de ejemplares (once toneladas) que fueron incinerados ese día. Los libros ardieron
durante tres días.