2 DE JULIO. DÍA DE LA CONMEMORACIÓN Y RECUERDO DE DON ANDRÉS GUACURARÍ

Poco se conoce sobre Andrés Guacurarí antes de los 33 años, ningún historiador ha podido documentar sus primeros años. Por un bando del Cabildo de la ciudad de Corrientes, que expresa que lleva la fecha del día de su nacimiento, se conoce que nació un 30 de noviembre, la mayoría parte de 1778 hasta mediados de la década de 1780. Sobre su lugar de nacimiento hay dos versiones, algunos se inclinan por San Borja, y otros sostienen Santo Tomé.
Todos coinciden en reconocer su cultura, su buena formación: hablaba, leía y escribía en tres idiomas (castellano, portugués y guaraní), esto totalmente corroborado por documentos conservados en los Archivos: manifiestos, actas, cartas, donde puede observarse su letra y firma.

En febrero de 1815 Artigas nombra a Andrés Guacurarí, Ciudadano Capitán de Blandengues y Comandante General de la Provincia de Misiones en reemplazo del fallecido Blas Basualdo. El nuevo Comandante se instaló en Santo Tome, pueblo que pasa a ser la capital efectiva de Misiones. Aquí podríamos decir que se inicia la historia grande de Andrés Guacurarí y Artigas, Comandante Andresito ó “Artiguinhas” como lo llamaron sus enemigos los portugueses. Andrés llevó a Santo Tomé, como capellán y jefe militar a fray Acevedo y buena parte de oficiales indígenas del cuerpo de Blandengues. El 29 de Junio de 1815 en Arroyo de la China, hoy Concepción del Uruguay, se reunió el Congreso de los Pueblos Libres, participando delegados de la Banda Oriental del Uruguay, Entre Ríos, Córdoba, Santa Fe, Corrientes y Misiones, convocado para “tratar la organización política de los Pueblos Libres, el comercio interprovincial y con el extranjero; el papel de las comunidades indígenas en la economía de la confederación, la política agraria y la posibilidad de extender la Confederación al resto del ex-Virreinato”. 

El primer punto es resuelto con la Declaración de la “Independencia de todo poder extranjero”, sosteniendo la Confederación de las provincias autónomas como organización política. Es la primera declaración de independencia en el Sur de América, pero esta no era una declaración separatista del Río de la Plata, por lo que se designó una delegación que viaje a Buenos Aires para acordar la unidad sobre estos principios de “Soberanía particular de los pueblos unidos en Confederación”. Era claro, la unidad federal de todos los pueblos e independencia no solo de España sino de “todo poder extranjero”. La intransigencia del gobierno centralista porteño hizo fracasar la gestión política por la unidad y recién un año después, el 9 de Julio de 1816 en Tucumán, se declaró la independencia del resto de las Provincias del Río de la Plata. No pudieron ponerse de acuerdo con el sistema de gobierno. Los dos proyectos en discusión eran monarquista: Belgrano propuso monarquía Inca con Capital en Cuzco y los porteños encabezados por Anchorena, querían monarquía borbónica con Capital en Buenos Aires. Al inicio del Congreso en Arroyo de la China, se Juró la Bandera Tricolor de la Confederación de los Pueblos Libres: Blanco al medio, azul en los extremos y una franja roja cruzada, resolviéndose que todos los Pueblos de la Confederación sostengan “el Pabellón de la Libertad” como la llamaba Artigas. En este Congreso se hizo una modificación respecto a la primera bandera izada en Purificación (sede del Protectorado), la que fue descrito por el propio Artigas: “Blanco al medio, azul en los dos extremos, y en medio de estos unos listones colorados, signos de la distinción de nuestra grandeza, de nuestra decisión por la República y de la sangre derramada para sostener nuestra libertad e independencia”. Se resuelven dos puntos más; una es la confección de un “Reglamento para el fomento de la campaña” que es promulgado el 10 de septiembre del mismo año, que constituye la primera Reforma Agraria de América Latina. Establecía la expropiación de tierras y su reparto a los que la trabajen “con la prevención que los más infelices sean los más privilegiados”. El Reglamento establece claramente que el reparto no es el de promover la acumulación de tierras sino todo lo contrario, prevé en sus artículos que “los agraciados no posean más que una suerte de estancia”; también que no “puedan enajenar o vender estas suertes de estancia ni contraer sobre ella débito alguno bajo la pena de nulidad…”. “Estas son heredades que tienen un alto sentido de reparación social y de instrumento de mejoramiento del campo y no de meros instrumentos para transacciones comerciales”. Y el segundo fue el Reglamento de Aranceles (9 de septiembre de 1815) en la Liga Federal se constituyó como un “mercado común regional” donde se protegía la producción interna de la Confederación y se fomentaba la agricultura con el reparto de tierras, animales y semillas.

Artigas, en los primeros días de marzo de 1819, planifica un avance sobre los portugueses, ordena a Andresito que invada las misiones orientales y que luego se reúna con el capitán Cahiré, en Ibicuy. Reunidas las fuerzas, se debía incorporar a él con su ejército en Santa Ana, desde donde atacarían al ejército del General Curado. El plan propuesto de esta nueva invasión a Río Grande era: Rivera en la Banda Oriental, Andresito en las Misiones, Ramírez en la banda occidental del Uruguay, y él avanzando sobre Río Grande. Andresito al no encontrar a Artigas decide volver tratando de evitar cualquier enfrentamiento con los portugueses. Pero el 6 de junio es emboscado en el Paso de Itacurubi del río Icamacuá, allí estaba esperándolo la caballería portuguesa al mando del Coronel Abreu. “El encuentro fue violento, eran 800 soldados bien pertrechados contra indígenas cuyas únicas armas eran el coraje y sus lanzas. Así atacados y encerrados en el lecho del río, con la mayoría de los caballos cansados y con el agua hasta el pescuezo los indios intentaron defenderse. Pero aquello fue una masacre se perdieron 430 hombres entre muertos y prisioneros” (Luís Savoini). En el combate fue herido Andresito. Otros 200 indios mueren en la travesía del río Uruguay. Al otro día de la masacre de Itacurubi las tropas portuguesas entraron en San Nicolás y vencen a los guaraníes que habían quedado en su defensa. En la persecución los portugueses logran matar al heroico y valiente Vicente Tiraparé. El Comandante Andrés Guacurarí fue sorprendido por un grupo de soldados lusitanos comandada por el sargento Joaquín Santiago cuando se disponía a vadear el río Uruguay en el paso de San Lucas y cayó prisionero, siendo remitido a Porto Alegre y de allí a Río de Janeiro a la Cárcel Isla Das Cobras. De Souza, historiador brasileño escribió: “Una simple casualidad que equivalía a una espléndida victoria, puso término a esta campaña; el valeroso Andrés Tacuary, más conocido por Andresito o Artiginhas, fue aprisionado por un sargento y unos soldados nuestros de San Isidro, en circunstancias en que con algunos indios preparaban una jangada para cruzar el río Uruguay…. El apresamiento de este jefe, que incuestionablemente gozaba del mayor prestigio entre los guaraníes, perfecto baqueano del territorio de Misiones, de donde era oriundo, dotado de gran bravura y constancia en medio de reveses fue un golpe profundo para Don José Artigas” Otro historiador expresa según Carrazoni: “La suerte de este y de sus desgraciados compatriotas, fue la más amarga. Atados por el pescuezo con cueros frescos, que secándose eran más fuertes que el hierro, fueron llevados a pie hasta los calabozos de Puerto Alegre, en la Capitanía de Río Grande, por centenares de leguas, a trabajar en la obras públicas, dándoles por único sustento un poco de fariña a veces corrompida….. Encerrados en hediondos calabozos, desnudos y maltratados sin piedad como brutos; cargados de hierros, se les veía que los hacían servir para nivelar las calles y plazas de Porto Alegre” Andrés fue llevado desde Porto Alegre donde estaba prisionero a la cárcel en Isla Das Cabras – Río de Janeiro, donde también, en otra cárcel cercana, se encontraban los lugartenientes de Artigas que cayeron prisioneros en la invasión portuguesa a la Banda Oriental. Desde 1821, el Comandante General ANDRES GUACURARI Y ARTIGAS es un desaparecido político social, fue capturado y torturado por la fuerza imperial portuguesa, aliada con los ingleses, cuando ostentaba el cargo de Comandante General de los Pueblos Libres de Misiones y Corrientes. Pero, Andrés Guacurari y Artigas sigue vivo en la lucha de los pueblos por su liberación y su Soberanía territorial. Resulta imprescindible su reparación histórica, su reconocimiento como revolucionario, como el político y militar humanista que fue, un luchador por la soberanía de los pueblos y partícipe de la gesta emancipadora, levantando la bandera de la fraternidad, del solidarismo, por la República Democrática y Federal de los Pueblos Latinoamericanos. La búsqueda de sus restos implica conocer su verdad histórica, lo que servirá sin dudas, para potenciar la integración de los pueblos de nuestra región. Es asumir con orgullo, el camino marcado por la lucha de Bolívar, San Martín y Artigas. Recuperar la Memoria de los luchadores de la Liga de los Pueblos Libres es fortalecer este nuevo tiempo latíndoamericano de liberación y Soberanía de los Pueblos. 


Fuente: González, Juan. “ANDRES GUACURARI Y ARTIGAS. COMANDANTE GUARANÍ DE LOS PUEBLOS LIBRES”. Segunda Edición Especial del Consejo de Caciques de la Nación Mbya Guaraní Año 2012