Presidenta de la asociación Abuelas de Plaza de Mayo, su activismo en los derechos humanos se inició cuando, en 1977, su hija Laura, embarazada de tres meses, fue secuestra por la dictadura militar. Fue mantenida con vida en el centro clandestino de detención La Cacha, en La Plata, hasta el parto, producido en el Hospital Militar de Buenos Aires el 26 de junio de 1978. El bebé, cuyo nombre para la familia es Guido Carlotto, de nacionalidad italiana y argentina, permanece desaparecido. En abril de 1978, Estela de Carlotto comenzó a participar en las actividades de las Abuelas de Plaza de Mayo. El 25 de agosto de 1978 fue convocada por los militares y le fue entregado el cadáver de su hija. Comenzó entonces a buscar y exigir la aparición de su nieto y de los demás niños secuestrados-desaparecidos por las fuerzas militares durante la dictadura militar. Con esa preocupación fue una de las fundadoras de la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y su presidenta histórica. Con la Asociación ya llevan recuperados 115 nietos, de un total aproximado de 500 niños apropiados.