15 Y 16 DE FEBRERO
CARNAVALES,
FIESTA POPULAR
El carnaval
en Argentina varía marcadamente entre las diferentes provincias del país,
en general se celebran 3 días de carnaval.
El origen de
su celebración parece provenir de las fiestas paganas, como las que se
realizaban en honor a Baco, el dios del vino, o las que se realizaban en honor
del toro Apis en Egipto. Algunos historiadores afirman que se celebra desde
hace 5 mil años.
El carnaval está asociado
principalmente con los países de tradición católica y, en menor medida, con los
cristianos ortodoxos orientales; las culturas protestantes usualmente no
celebran el carnaval o tienen tradiciones modificadas, como el carnaval danés.
Desde el 2010, los Carnavales volvieron a ser feriado en la Argentina. Esta fecha, con un fuerte contenido de festejo popular, había sido abolida por la última dictadura cívico militar, en una muestra más de su rechazo por todo lo vinculado al Pueblo y a sus manifestaciones más genuinas.
Esta celebración tiene lugar inmediatamente antes de la
cuaresma cristiana, con fecha variable (entre febrero y marzo según el año) y
finaliza el martes anterior al miércoles de ceniza.
Tiempo de
expansión y de júbilo compartido con los demás, que expresa una tradición universal
que se asimila y se transforma en cada comunidad que lo practica. En ese
sentido, las posibilidades que ofrece nuestro país son variadas y disímiles,
acorde con su geografía múltiple y la pluralidad cultural de sus habitantes.
El tiempo del Carnaval en todo el país
Se realizan
festividades en muchas ciudades de nuestro país, en algunas incluso en
instalaciones específicas. Entre ellas se destacan algunas como Corrientes,
"Capital Nacional del Carnaval", con gran despliegue de trajes,
desfiles, imponentes carros alegóricos, bailes en las calles céntricas de la
ciudad y espectáculos especiales en el Anfiteatro Municipal. Se realiza sobre
todo en horario nocturno. Las comparsas participantes elaboran cada año un tema
o argumento que desarrollan a través de las distintas secciones de la comparsa
y en coreografías representativas. En la provincia, el Carnaval comenzó a
celebrarse en la década de 1960 con una gran influencia de Brasil en el diseño
de trajes y la organización de los desfiles.
La costumbre
de los festejos correntinos se trasladó a la vecina Entre Ríos, donde se
arraigó en varias localidades como Victoria ("Capital Provincial del
Carnaval"), Concordia, Concepción del Uruguay, Gualeguay y Gualeguaychú.
Esta última tomó mayor relevancia, desarrollando uno de los Carnavales más
concurridos del país que se extienden a lo largo de dos meses, entre enero y
marzo, los sábados y domingos de cada semana.
En Jujuy, en
diferentes localidades se entonan las primeras coplas en los jueves de compadre
y de comadre. Posteriormente y tras las ofrendas a la Pachamama, con la
participación de comparsas (con máscaras) y público (sin ellas) tiene lugar el
"desentierro" del carnaval, en un mojón regado con bebidas y al que
se arrojan hojas de coca y cigarrillos encendidos. Tal ritual en torno al
diablo carnavalero se apoya en la creencia de que el sol rojo fecunda a la
Madre Tierra, dando origen a semillas, raíces, troncos, follajes y frutos de la
región. El festejo, encabezado por bastoneros que encarnan al diablo con
máscaras y trajes coloridos, se acompaña con talco en el rostro, hojas de
albahaca en las orejas, serpentina, papel picado y bailes que congregan a toda
la comunidad. El Domingo de Tentación se vuelve a enterrar al diablo, que
permanecerá oculto un año.
En Salta, en
el Valle Calchaquí, la localidad de Cerrillos es considerada en esta provincia
la "Capital del Carnaval", donde se realizan los "Corsos de las
Flores". Este pueblo salteño es famoso por sus bailes carperos, en los que
se combinan ritmos musicales con la albahaca y los juegos con harina, agua y
talco. Los corsos se extienden a lo largo de toda Salta y las comparsas llevan
a cabo bailes tradicionales, muchos de ellos influenciados por la cultura
boliviana, entre ellos se destaca los caporales, tinkus y diabladas.
En Buenos
Aires, los carnavales comenzaron a celebrarse en el siglo XVII en una síntesis
del legado español y la cultura africana aportada por los esclavos negros.
Originalmente organizado en casas particulares, se trasladó luego a clubes
barriales. Las primeras comparsas y corsos datan de fines del XIX. A partir de 1915
surgieron las murgas, más grotescas y picarescas. En 1997 la Legislatura
porteña declara estos festejos como Patrimonio Cultural de la Ciudad. Durante
todo el mes de febrero el público se junta en las calles determinadas de los
diferentes barrios porteños para asistir a las pasadas de las murgas.
EN EL CHACO
La celebración se realiza en más de 44 municipios, lucen los brillos y colores resaltando la pasión de la gran fiesta popular.
Influenciados, por sus vecinas
(Corrientes y Entre Ríos), la provincia del Chaco se caracteriza por tener unos
carnavales muy vistosos y populares. Dos ciudades se disputan el título de
“Capital del Carnaval Chaqueño”: Villa Ángela (tercera ciudad en importancia,
ubicada al sudoeste de la provincia) y General San Martín, a cuarenta
kilómetros de la ciudad capital). En estas localidades, además de otras de
menor población, se celebran durante el mes de febrero corsos todos los fines
de semana, donde se destacan el trabajo y pomposidad de su vestuario como las
escuelas de samba que musicalizan el paso de cada una de las comparsas.
1813
Elogio a Soldados Santiagueños
Se
publica en la Gaceta Ministerial de Buenos Aires, el parte de guerra de la
Batalla de Salta, el parte de guerra de la Batalla de
Salta, escrito por el general Manuel Belgrano. Allí se menciona, en elogio
animoso a 5 destacados santiagueños: Los capitanes don Pedro D. Isnardi y
Manuel Rafael Ruiz del Cuerpo de Cazadores, y el heroico Alférez del 3er.
Batallón de Dragones, don Gregorio Iramaín. Eso en cuanto a los cuerpos de
infantería, y respecto al de caballería, elogia al capitán don Gabino Ibáñez, y
al alférez don Lorenzo Lugones.
1835