27 DE JUNIO DE 1806. PRIMERA
INVASIÓN INGLESA
Ante los rumores (1805)
de invasión británica, solicitaron refuerzos, pero la respuesta obtenida fue
que entregaran armas al pueblo para que se defendieran. Sin embargo, el virrey
no deseaba armar a los criollos, que ya empezaban a mostrar ambiciones
independentistas.
Finalmente, una
escuadra inglesa dotada con 1600 soldados llegó a la bahía de Montevideo en
junio de 1806 y a finales de ese mes, los marinos británicos desembarcaron en
Quilmes. Al conocer la llegada de los británicos, el virrey del Río de la
Plata, el marqués de Sobremonte, decidió huir de Buenos Aires hacía Córdoba, con
él se llevó las reservas del Tesoro. A partir de ese hecho la población lo
comenzó a llamar “el inepto virrey Sobremonte”. Ante la deserción del mandatario,
los vecinos obligaron al virrey a que pasara el mando del gobierno militar a
Santiago de Liniers. El marqués tuvo que ceder y se marchó. Con la sola
resistencia de sus ciudadanos armados, la conquista de Buenos Aires no presentó
muchas dificultades.
Así, el 27 de junio los
dirigentes del virreinato rindieron la ciudad a los invasores. Estos
desplegaron la bandera del Reino Unido, que permaneció allí otros 46 días.
Uruguay tuvo un papel
fundamental en la reconquista de Buenos Aires. Los habitantes de Montevideo
comenzaron a planear cómo expulsar a los invasores. Sin la ayuda de las
autoridades españolas, se organizaron para enviar una expedición de
reconquista. Santiago de Liniers, que había reunido un ejército de 1500
hombres, se unió a las fuerzas de Montevideo. El 12 de agosto, comenzó el
ataque a la ciudad.
Los británicos fueron
retrocediendo hasta tener que refugiarse en el fuerte. Liniers sitió la
fortaleza y exigió su rendición. Ante la superioridad de los atacantes, los
británicos tuvieron que aceptar.
28 DE JUNIO DE 1807.
SEGUNDA INVASIÓN INGLESA
Después de ese primer
intento fallido de invasión, ambos bandos se prepararon para un inminente
segundo intento. Los británicos decidieron enviar otras dos flotas, que
reforzaron el contingente que ya estaba en la zona. Con estos refuerzos, el
ejército llegó a contar con 12 000 hombres.
Por su parte, Liniers
procedió a repartir armas a su población. En un documento fechado el 6 de
septiembre de 1806, pidió que se crearan milicias organizadas ante la perspectiva
de un nuevo ataque. la ofensiva de los europeos comenzó por Montevideo. Un
poderoso ataque naval buscó rendir la resistencia de la ciudad que, en un
primer momento, consiguió que los británicos se retiraran a Maldonado en espera
de más refuerzos.
Los intentos de defensa
de la ciudad fueron en vano, y de nuevo, el marqués de Sobremonte protagonizó
otro episodio que enervó a la población al retirarse de la lucha.
Buenos Aires trató de
enviar ayuda pero los soldados no llegaron a tiempo. El 3 de febrero los
invasores lograron abrir una brecha en las murallas, entrando en la ciudad. El
gobernador Ruiz Huidobro se vio obligado a firmar la rendición.
Cuando la noticia de la
caída de Montevideo llegó a Buenos Aires, el cabildo se reunió para organizar
la resistencia. Lo primero que hicieron fue destituir como virrey a Sobremonte
y nombrar en su lugar a Liniers.
Mientras tanto, el
ejército inglés duplicó sus efectivos. El primer movimiento fue realizado a
finales de junio de 1807. Las tropas británicas desembarcaron cerca de Buenos
Aires y comenzaron a avanzar hacia la ciudad. Liniers, al mando de un ejército,
salió a su encuentro.
La batalla fue muy
confusa. Finalmente, a pesar de que estuvieron a punto de ser derrotados, los
defensores consiguieron vencer a los atacantes. La rendición británica se firmó
el 6 de julio de 1807.
Aunque en un principio
pareció que los bonaerenses se iban a conformar con la retirada de los
británicos de los alrededores de la ciudad, después les exigieron que también
liberaran Montevideo. De esta manera acabó el dominio británico sobre la
capital uruguaya, retirándose definitivamente en septiembre de ese mismo año.