homenaje a Melitona Enrique (1901-2008), la última sobreviviente de la Masacre de Napalpi (1924) por Ley N° 7702.
La Masacre de Napalpí ocurrió en Chaco el 19 de julio de 1924, cuando 130 policías partieron desde la localidad de Quitilipi por orden del Gobernador Fernando Centeno para “proceder con rigor para con los sublevados”. Durante 45 minutos descargaron más de 5 mil balas sobre los aborígenes tobas y mocovíes que luego fueron enterrados en grandes fosas o quemados.
Pedro Maidana fue uno de los líderes de la huelga de aborígenes, en la cual reclamaban una mejor paga por las cosechas de algodón o poder salir de la provincia para trabajar en otras tierras. A Pedro lo mataron, sus orejas y testículos fueron exhibidos como trofeos de la batalla.
Solamente algunos niños y jóvenes lograron escapar de la masacre, entre ellos Melitona Enrique, quien ese día tenía 23 años, se escondió en el monte y cargó con la historia durante toda su vida: “Cómo olvidarlo, se reían como diablos y gritaban como lobos; abrían la boca, se reían y festejaban cuando caían los niños, las mujeres, los ancianos. Cómo olvidarlo…”
Varios años después, el 17 de enero del 2008, el Gobierno de Chaco pidió perdón a Melitona en su cumpleaños 107. El 13 de noviembre del mismo año Melitona murió, esa mujer que vivió 84 años pensando que “el silencio era la salvación y el olvido la eternidad”.