EL 10 DE OCTUBRE SE CONMEMORA EL DIA NACIONAL DE LA DANZA EN HOMENAJE A LOS BAILARINES DEL TEATRO COLÓN FALLECIDOS EN UNA DE LAS PEORES TRAGEDIAS AEREAS OCURRIDA JUSTAMENTE EL 10 DE OCTUBRE DE 1971.
Ese día un accidente de aviación provocó la muerte de nueve bailarines pertenecientes al elenco estable del Teatro Colón. Se dirigían a la ciudad de Trelew para presentarse en el Teatro Español. Después de despegar de Aeroparque, el avión se precipitó sobre aguas del Río de la Plata, cuando intentaba regresar al aeropuerto por fallas en uno de sus motores. No hubo sobrevivientes. La noticia conmocionó especialmente al ambiente artístico: el trágico accidente había truncado la vida de dos de los mejores bailarines argentinos y dejó incompletas muchas carreras brillantes LOS PRIMEROS BAILARINES Norma Fontenla y José Neglia perdieron la vida en el accidente. Junto a ellos viajaban Sara Bochkovsky, Rubén Estanga, Margarita Fernández, Marta Raspanti, Carlos Santamarina, Carlos Schiaffino, Antonio Zambrana . Este viaje formaba parte de un plan de giras que auspiciaba una empresa privada y que ya había llevado a bailarines del Colón por distintas provincias.
Es preciso señalar aquí que la popularidad del ballet en el país durante aquellos años había llegado a un nivel que no tenía antecedentes. El acceso gratuito a los espectáculos, no sólo en el interior sino también al aire libre en Buenos Aires y en funciones matinales los domingos para chicos y adolescentes, habían provocado un fenómeno que no iba a volver a repetirse hasta muchos años después. Norma Fontenla y José Neglia, las dos figuras principales del Colón que murieron, habían colaborado para que la danza llegue a niveles de popularidad insospechados. Fue sin duda una de las más importantes pérdidas del mundo de la danza argentina. De hecho, durante el velatorio en el Salón Dorado del Colón, unas 3500 personas asistieron a despedir a los artistas. Esta desgracia trajo como rebote un retroceso en el nivel del ballet argentino, que perdió físicamente a sus figuras rutilantes. Además, afectó con gravedad a las familias de los bailarines desaparecidos, quienes también formaban parte del grupo que, desde el Colón, llevaba adelante este despertar del ballet.
Así, toda una generación se vio truncada por la muerte o por la angustia y hubo que esperar más de 15 años para retornar a un desarrollo de la danza como el de aquella época.