En la Gazeta de Buenos Aires, en 1810, edición del jueves 13 de septiembre, encontramos un artículo titulado EDUCACIÓN, firmado con el seudónimo Veritas. Algunos autores indican a Mariano Moreno como autor, otros a Manuel Belgrano, puesto que ya había publicado sobre el tema en su periódico Correo de Comercio, utilizando el mismo epígrafe.
En dicho escrito leemos, entre otras cosas, lo siguiente: “... ha resuelto la Junta formar una Biblioteca Pública, en que se facilite a los amantes de las letras un recurso seguro para aumentar sus conocimientos. Las utilidades consiguientes a una Biblioteca Pública son tan notorias, que sería excusado detenernos en indicarlas...”-“... por fortuna tenemos libros bastantes para dar principio a una obra, que crecerá en proporción del sucesivo engrandecimiento de este pueblo. La Junta ha resuelto fomentar este establecimiento...”
“... nombrando desde ahora por Bibliotecarios a el Dr. D. Saturnino Segurola y al Rvdo. P. Fray Cayetano Rodríguez..” y “... nombra por protector de dicha Biblioteca al Secretario de Gobierno Dr. Mariano Moreno...”
De este texto se desprende que el doctor Saturnino Segurola y Fray Cayetano Rodriguez, fueron los primeros bibliotecarios oficiales de la nueva era de la independencia de la República, aunque poco pueden realizar por la biblioteca. El Padre Segurola que es nombrado recién el 28 de diciembre, renuncia al cargo pocos días después.
Con fecha 30 de enero de 1811, en la misma nota de renuncia de Segurola , se encuentra la designación del P. José Luis Chorroarín, por solicitud de Mariano Moreno, como Bibliotecario. No se ha podido ubicar documentación que indique su designación como Director, pero sí existen distintas referencias que lo reconocen como tal. Fue pues el primer Director y también el primer Bibliotecario.
De la designación de Fray Cayetano Rodríguez no existe ninguna documentación al respecto. Si se sabe de sus tareas en el Convento de San Francisco.
Se contaba sólo con un local y dos bibliotecarios. Eran cinco habitaciones en los altos de la esquina de las hoy calles Moreno y Perú. Por entonces eran las calles de la Biblioteca y de los Representantes. Los dos bibliotecarios, en orden jerárquico: Fray Cayetano Rodríguez y Presbítero Saturnino Segurola. A los pocos meses, en 1811, otro sacerdote, Luis José Chorroarín, reemplazó a Cayetano Rodríguez. Los cargos se denominaban primer y segundo bibliotecario. Y esto era todo; a partir de allí el ingenio tendría que ser el principal capital. Y lo fue.
Extracto de El Negro de la Biblioteca
Por José Luis Trenti Rocamora
En enero de 1811 asumió la dirección Luis Chorroarín, y bajo su dirección la Biblioteca Pública abre sus puertas el 16 de marzo de 1812. Chorroarín mantendría en el cargo hasta 1821, cuando mediante un decreto de Martín Rodríguez fue reemplazado por Saturnino Segurola. Desde 1822 a 1828 ejerció el cargo Manuel Moreno, hermano de Mariano, y la biblioteca contaba en ese entonces con un patrimonio considerable: en 1823
El 5 de octubre de 1884 fue designado el primer Director Nacional, y desde ese momento es conocida oficialmente como Biblioteca Nacional.
Se Establece el Día del Bibliotecario
El Centro de Estudios Bibliotecológicos del Museo Social Argentino (CEB/MSA), fundado el 12 de octubre de 1943, por iniciativa del Secretario General Antonio A. Vizzini presenta el proyecto de realizar actividades que se destacaran para celebrar el “Día del Bibliotecario”, establecido en el Congreso de 1942, convocando así a las “Jornadas Bibliotecológicas Argentinas” que se realizaron a partir de 1946.
Las primeras Jornadas consistieron en un ciclo de conferencias pronunciadas del 9 al 12 de Septiembre (1946), asistiendo a tal acto bibliotecarios uruguayos y del interior del país. En esa oportunidad participaron, entre otros destacados bibliotecarios José Edmundo Clemente, Washington de la Peña, Carlos Víctor Penna, Josefa Emilia Sabor y J. Frederic Fino, refiriéndose respectivamente a los siguientes temas: “Bibliopsicología”, “Función social de las bibliotecas populares”, “Algunos aspectos de recatalogación y reclasificación”, “Información bibliográfica en nuestras bibliotecas” y “Algunas consideraciones sobre mapotecas”.
Desde hace más de 50 años ABGRA acompaña a la profesión bibliotecaria, y a escasamente un año de su fundación, logra que en 1954 se dicte el decreto 17.650/54 estableciendo que el día 13 de septiembre se conmemore en todo el país el “DÍA DEL BIBLIOTECARIO”, como un homenaje a la labor de los bibliotecarios en favor de la comunidad. El presidente Arturo U. Illía, mediante decreto 3.114/64, complementa el anterior decreto nº 17.650/54
Todos los años, ABGRA celebra este día tan significativo para los bibliotecarios y aprovecha esta oportunidad para realizar la entrega del Premio ABGRA a los egresados con los mejores promedios de las Escuelas de Bibliotecología de todo el país. En ese acto nos acompañan autoridades nacionales, personalidades del libro y la cultura y distinguidos profesionales del quehacer bibliotecario.