El navegante Sebastián Caboto, piloto mayor del rey Carlos V de regreso de los dominios del jefe indígena Yaguaró (proximidades de la actual Itatí), recala por segunda vez frente al Cerrito. Desde allí se dispone a remontar el río Paraguay, que según noticias de los informantes nativos, lo conducirá a la Sierra del Plata, convertida desde entonces en objetivo de los navegantes españoles del Río de la Plata. De esta entrada resultó el descubrimiento del río Bermejo.