El día Internacional de la no violencia conmemora el 143 aniversario del nacimiento de Mahatma Gandhi, precursor de la filosofía y la estrategia de la no violencia; es decir, el poder individual y colectivo de oponerse a la opresión, la injusticia y el odio de manera pacífica. Su ejemplo ha inspirado a muchas otras personas, entre ellas: Martin Luther King Jr., Václav Havel, Rigoberta Menchú , Nelson Mandela, Karman Tawakkul, Roberta Leymah …
Como reconocimiento y respeto hacia Gandhi, el 2 de octubre, las naciones del mundo cada año conmemoramos el Día Internacional de la No Violencia con la finalidad primordial de diseminar el mensaje y la relevancia del principio universal de la no violencia y el deseo de cada nación y cada persona de conseguir una cultura de paz, comprensión y respeto.
La no violencia no supone una aptitud pasiva ante los problemas. Se necesita valor para hacer frente a quienes usan la violencia para imponer su voluntad o sus creencias; para oponerse a la injusticia, la discriminación o al odio, y para exigir el respeto de la diversidad y los derechos humanos fundamentales; también para la defensa de los derechos sociales. Se trata de una opción alternativa que pretende “humanizar” a la humanidad. La no violencia es mucho más que no ser violentos, es buscar alternativas para reducir el sufrimiento y el daño entre los seres humanos.
La no violencia implica un compromiso por la transformación social y al mismo tiempo, un compromiso por la transformación personal. Históricamente, y por supuesto también hoy, se han venido utilizando diferentes formas de expresión de la no violencia; el rechazo y vacío a las diferentes formas de discriminación y violencia, la denuncia ante hechos de violencia, discriminación e injusticia, la desobediencia civil frente a la violencia institucionalizada, la organización y movilización social, el boicot a un producto o empresa, la superación de las raíces de la violencia en uno mismo, y el desarrollo de las valores humanistas …
Desde la educación, debemos seguir recordando que prevenir la violencia es uno de los aspectos prioritarios de la educación en valores. La mediación, la solidaridad, el diálogo, el respeto a la diferencia son valores imprescindibles para trabajar en el aula, y fundamento para el aprendizaje de una cultura de paz y no violencia.