De los grandes poetas de Buenos Aires, fue el único que jamás publicó un libro. Es que, ya desde hacía años, entre ser hombre de letras y hacer letras para los hombres, había optado por esto último. Su destino literario y artístico quedó definitivamente establecido cuando la dictadura de Uriburu lo encarcela y expulsa de sus cátedras por su apoyo militante al derrocado presidente Yrigoyen. Pero el arte jamás le quitará lugar al compromiso político, y fue así que con Arturo Jauretche y Luis Dellepiane participó de la fundación de Forja, una fuerza juvenil e yrigoyenista que anticipará el advenimiento del peronismo. Incursionó en el cine como guionista de "Escuela de campeones", "Todo un hombre", "Donde mueren las palabras", "La guerra gaucha" y otras grandes películas, dirigiendo además a Hugo del Carril en "El último payador" y "Pobre mi madre querida". Pero por sobre todo fue un poeta de hondo sentir popular, de lo que dan cuenta las letras de varias de las más bellas piezas del cancionero popular rioplatense, como "Malena", "Sur", "Milonga sentimental", "Mañana zarpa un barco", "Tal vez será su voz", "Romance de barrio", "Che, bandoneón", "Discepolín", "El pescante", "Manoblanca", etc. Falleció muy prematuramente el 3 de mayo de 1951.