Arzobispo emérito de Olinda y Recife, figura relevante de las corrientes renovadoras de la iglesia por su sensibilidad y preocupación por los problemas de América Latina, fue vicepresidente primero del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) e intervino muy activamente en el desarrollo del Concilio Vaticano II. Promotor de la declaración de los obispos del nordeste, en la que los altos dignatarios de la Iglesia brasileña condenaron las injusticias cometidas por el régimen militar contra los trabajadores nordestitos, fue uno de los fundadores de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) y defensor de los derechos humanos durante la dictadura militar brasileña, a raíz de lo cual fue acusado de subversivo y resultó víctima de campañas de prensa solicitando su silenciamiento y detención. A la vez, su actuación le valió numerosos premios nacionales e internacionales, siendo el único brasileño candidato cuatro veces al Premio Nobel de la Paz. Partidario de la Teología de la Liberación, de su muy voluminosa obra escrita cabe mencionar "El Evangelio con Dom Helder", "El desierto es fértil", "Mil razones para vivir", "Las conversiones de un obispo", "Cristianismo, socialismo, capitalismo", "Espiral de violencia", "La rebelión de los economistas", "Revolución de los no violentos: una iniciativa", "La Iglesia y el desarrollo de América Latina", "Para llegar a tiempo" y "Pobreza, abundancia y solidaridad".
Había nacido el 7 de febrero de 1909 en Fortaleza, capital del nordestito Estado de Ceará.