El gobierno de Héctor J. Cámpora reanuda las relaciones diplomáticas con la república de Cuba, interrumpidas en 1962 por decisión norteamericana, aunque a través del gobierno de Arturo Frondizi.
Cámpora y luego Perón reclamaron en numerosas ocasiones la reincorporación de Cuba al sistema interamericano, a través de diversos canales multilaterales.
En sus intervenciones en la Sexta Sesión Extraordinaria de la Asamblea General de la ONU en Nueva York y en la Tercera Asamblea General de la OEA en Washington, en abril de 1974, el canciller Vignes criticó las sanciones contra Cuba, calificándolas como una "rémora" para los países latinoamericanos, una situación anormal que no tenía sentido en un contexto mundial caracterizado por el pluralismo ideológico mediante la conquista de nuevos mercados y la consolidación de la presencia argentina en los ya obtenidos.
Asimismo, pretendió promocionar la calidad y diversidad de los productos locales y generar estrategias de defensa de sus precios en el mercado internacional, ante el eventual deterioro de los términos de intercambio, protegiendo a los productores locales frente a los cambios en los precios internacionales y la acción de los monopolios internacionales y de los países importadores de productos argentinos.