La revuelta, que tuvo como epicentro el edificio de la Escuela de Infantería de Campo de Mayo, se produjo el 16 de abril de 1987 y se prolongó, durante Semana Santa, hasta el día 19 de ese mismo mes y año. En aquellos tiempos Aldo Rico se amotinó junto a otros oficiales para resistir a una citación judicial al Mayor cordobés Ernesto Barreiro, encausado por su participación activa en la represión al movimiento obrero y popular de su provincia. Antes de este hecho, en diciembre de 1986, se había sancionado la Ley de Punto Final, que ponía un plazo de 60 días para procesar a los acusados por crímenes cometidos durante la dictadura; pero la medida no alcanzó para frenar el descontento de los militares; quienes también reclamaban por el cese de lo que ellos llamaban “campaña de agresión contra las Fuerzas Armadas” y por conseguir un incremento en el presupuesto que Alfonsín había recortado tras asumir. Leer más...