En 1964, la sociedad argentina se dirigía hacia uno de los períodos más violentos de su historia. Con un gobierno civil debilitado y acosado por el poder militar, con la fuerza social mayoritaria restringida para expresarse políticamente y con amplios sectores de la sociedad dispuestos a solucionar los conflictos políticos por la vía de la violencia, incluso construyendo alternativas armadas, en un país bajo estas características políticas, hizo su aparición pública