24 DE JUNIO 1958. SE CREA LA EDITORIAL EUDEBA

La Editorial Universitaria de Buenos Aires nació como empresa el 24 de junio de 1958. Una serie de contextos propicios fueron necesarios para que su fundación fuera posible. La Universidad de Buenos Aires vivía un momento extraordinario a partir de la consolidación de su autonomía en 1958 gracias a la aprobación del estatuto por la Asamblea Universitaria. El rector elegido para conducir la UBA en ese proceso fue Risieri Frondizi, hermano del entonces Presidente de la Nación. Fue una época de cambios, de incorporación de novedades y de diseño de políticas que aún se sostienen: se crearon nuevas carreras, como Farmacia y Bioquímica, y nuevos departamentos e institutos de investigaciones. La Facultad de Ciencias Exactas y Naturales incorporó la primera computadora de América latina al crear el Instituto del Cálculo. Las Ciencias Sociales también fueron testigos de importantes transformaciones y alcanzaron una relevancia inédita en el mapa de los estudios universitarios.

Pero un fenómeno como el que protagonizó Eudeba en sus comienzos sería incomprensible si se lo circunscribiera solamente a una hora especial de la vida académica. El impacto de la creación del sello editor de la UBA no habría sido tal si la propia actividad editorial no hubiera estado transitando también por momento de particular apogeo. A partir de los años cuarenta y por efecto de distintos factores, la edición de libros comenzó a consolidarse como una actividad profesional, no sujeta únicamente a la labor de libreros e impresores, actores decisivos en los comienzos de la industria, sino que poco a poco iba impulsando el surgimiento de un nuevo perfil de experto: el editor. Hacia mediados de los cincuenta existían en el país alrededor de ochenta editoriales dedicadas a distintas disciplinas. Durante la segunda mitad de esa década fueron creadas noventa más.

El 26 de abril de 1958, por autorización del Consejo Superior de la Universidad de Buenos Aires, el rector contrató a Arnaldo Orfila Reynal, de renombrada trayectoria en el medio, para que dirigiera el armado de un plan para la creación de un sello. Una de las más acertadas decisiones de Orfila fue, tras una breve búsqueda, sumar a uno de los más talentosos representantes de la profesión editorial cuya presencia en los orígenes de Eudeba fue clave para su posterior consagración: Boris Spivacow.

Con un distinguido y sólido equipo tanto en las áreas directivas, como a través de asesorías y direcciones de colección comenzó a funcionar la editorial y tras cumplir una etapa previa de evaluación de títulos y definición de aspectos gráficos, en septiembre de 1959 salieron a la calle los primeros libros de Eudeba.

A lo largo de los años, la suerte de la editorial se mantuvo muy cercana a los vaivenes de la vida política. Las alternancias entre gobiernos constitucionales y de facto determinaron la situación universitaria y, de modo más amplio, la realidad del país y, en consecuencia Eudeba conoció épocas de luces y de sombras.

En el presente, la editorial aspira a restaurar de algún modo ese momento fundacional, el espíritu de sus iniciadores a través del despliegue de una continua e intensa tarea de edición que se traduce en la incorporación al catálogo de aproximadamente ciento cincuenta novedades por año entre las que se cuentan investigaciones sumamente vigentes de las disciplinas universitarias, ensayos de gran actualidad, clásicos insustituibles de diversas áreas del conocimiento y un metódico plan de traducciones para incorporar al universo cultural de nuestro país los desarrollos intelectuales de todo el mundo.